Clive Staples Lewis nació en Irlanda del Norte el 29 de noviembre de 1898 y falleció en Oxford, Inglaterra, 22 de noviembre de 1963, popularmente conocido como C. S. Lewis,



Llamado Jack por sus amigos, fue un medievalista, apologista cristiano, crítico literario, novelista, académico, locutor de radio y ensayista británico, reconocido por sus novelas de ficción, especialmente por las Cartas del diablo a su sobrino, Las crónicas de Narnia y la Trilogía cósmica, y también por sus ensayos apologéticos (mayormente en forma de libro) como Mero Cristianismo, Milagros y El problema del dolor, entre otros.

Lewis fue un amigo cercano de J. R. R. Tolkien, el autor de El Señor de los Anillos. Ambos autores fueron prominentes figuras de la facultad de Inglés de la Universidad de Oxford y miembros activos del grupo literario informal de Oxford conocido como los "Inklings". De acuerdo a sus memorias denominadas Sorprendido por la alegría, Lewis fue bautizado en la Iglesia de Irlanda cuando nació, pero durante su adolescencia se alejó de su fe. Debido a la influencia de Tolkien y otros amigos, cuando tenía cerca de 30 años, Lewis se reconvirtió al cristianismo, siendo "un seglar muy común de la Iglesia de Inglaterra".
Su conversión tuvo un profundo efecto en sus obras, y sus transmisiones radiofónicas en tiempo de guerra sobre temas relacionados con el cristianismo fueron ampliamente aclamadas.

El problema del dolor es un ensayo publicado en 1940 por el escritor británico, en el que aborda, desde una perspectiva cristiana, cuál es el sentido del sufrimiento y cómo puede armonizarse la existencia del dolor con la bondad y la omnipotencia de Dios.

 “Cuando pienso en el dolor, en la ansiedad que carcome como el fuego y la soledad que se extiende como un desierto, y la desgarradora rutina de la monótona desdicha, o, nuevamente, en los sordos dolores que ennegrecen todo nuestro panorama o los repentinos y nauseabundos que extinguen el corazón de un hombre de un solo golpe...se “sobrecoge mi espíritu”.  Si conociera alguna manera de escapar me arrastraría por las alcantarillas para encontrarla.  Pero, ¿de qué vale contarles de mis sentimientos?  Ustedes ya los conocen, son los mismos que en ustedes...El dolor duele.  Eso es lo que significa la palabra”. C. S. Lewis, El problema del dolor